Una incursión rápida necesita de un acercamiento silencioso seguido de una acción violenta, ejecutada con calma y que no de opciones al enemigo. Has de ser rápido y tenaz, desplazarte por áreas intransitables, operar en la oscuridad, bajo el sol abrasador y soportar el gélido viento invernal que llega con el imponente oleaje del mar. Los raids no cambian, solo la época de los guerreros que la ejecutan.